domingo, 6 de noviembre de 2022

LA TEMPESTAD


William Shakespeare bautizado en Stratford-upon-Avon y posiblemente nacido allí mismo el 23 de abril de 1564, falleció a los 52 años un 3 de mayo de 1616. Por tanto pertenece a "la cosecha" de primeros del XVII, grandiosa y fructífera. Dramaturgo, poeta y actor inglés al que llamaban el Bardo de Avon o simplemente el Bardo, se le considera el escritor más importante en lengua inglesa y uno de los más célebres de la literatura universal, quizá sólo comparable a Miguel de Cervantes. Ingenioso y de infinitos recursos creativos, dejó una larguísima obra con la que ya conoció el triunfo en sus tiempos, pero éste fue aún mayor a partir del XIX a través de los autores de ese siglo y al siguiente cuando sus obras se reprodujeron a través de tantos medios que pasaron a ser de uso popular. Casado con Anne Hathaway, con la que tuvo tres hijos, aunque dicen algunos biógrafos que su matrimonio no fue muy feliz, no se le conoce trabajando como escritor casi hasta final de la centuria y poco más. Debido a esa falta de datos, a pocos años de su fallecimiento surgió una corriente de estudiosos que pensaban que buena parte de las obras atribuidas no eran suyas. Hoy en día esa polémica no existe. Así que, en cualquier caso, vamos a disfrutar de su lectura.

Los elfos y las hadas colaboran con la acción en este drama tardío de Shakespeare, escrito en 1611 y representado el 1 de noviembre en el Palacio de Whitehall de Londres. Compuesta de cinco actos más un epílogo, que como tantas otras tienen en el origen de su creación la recuperación de novelas e historias anteriores. Para entender la acción trágica y fantástica debemos saber que el protagonista, Próspero, legítimo heredero de Milán, fue expulsado por su propio hermano Antonio en una barca con su hija, Miranda, a merced de las olas. Que estas les arrastraron hasta un islote solitario donde habitaba una hechicera con la cual, a través de los doce años que ha vivido allí, aprendió embrujos y contacta con espíritus y ninfas, ayudándose del único hijo de la bruja ya fallecida. 

El usurpador Antonio viaja en barco junto con su protector el rey de Nápoles y Fernando, el hijo de éste; Próspero desata una tormenta que hace zozobrar al barco y naufragar, el mar arroja los cuerpos a la isla precisamente, salvo el de Fernando, que se considera como ahogado, sin embargo se encuentra con Miranda y se enamoran inmediatamente. Próspero con la ayuda del hijo de la bruja prepara una serie de actos contra Antonio que acaba pereciendo de terror, el rey de Nápoles se arrepiente de la crueldad usada contra Próspero y le pide perdón, al tiempo que recupera a su hijo. Así que el legítimo conde de Milán, usa sus conocimientos para recuperar la nave y con todos, abandonan la isla en manos del deforme hijo de la bruja y también deja allí su poder mágico.


@ 2022, by Santiago Navas Fernández

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