William Shakespeare bautizado en Stratford-upon-Avon y posiblemente nacido allí mismo el 23 de abril de 1564, falleció a los 52 años un 3 de mayo de 1616. Por tanto pertenece a "la cosecha" de primeros del XVII, grandiosa y fructífera. Dramaturgo, poeta y actor inglés al que llamaban el Bardo de Avon o simplemente el Bardo, se le considera el escritor más importante en lengua inglesa y uno de los más célebres de la literatura universal, quizá sólo comparable a Miguel de Cervantes. Ingenioso y de infinitos recursos creativos, dejó una larguísima obra con la que ya conoció el triunfo en sus tiempos, pero éste fue aún mayor a partir del XIX a través de los autores de ese siglo y al siguiente cuando sus obras se reprodujeron a través de tantos medios que pasaron a ser de uso popular. Casado con Anne Hathaway, con la que tuvo tres hijos, aunque dicen algunos biógrafos que su matrimonio no fue muy feliz, no se le conoce trabajando como escritor casi hasta final de la centuria y poco más. Debido a esa falta de datos, a pocos años de su fallecimiento surgió una corriente de estudiosos que pensaban que buena parte de las obras atribuidas no eran suyas. Hoy en día esa polémica no existe. Así que, en cualquier caso, vamos a disfrutar de su lectura.
"El sueño de una noche de San Juan", en su traducción literal es una comedia escrita alrededor de 1595 y que juega con los clásicos griegos, las leyendas del norte, los elfos y los espíritus. Narra los hechos que suceden durante el casamiento de Teseo, duque de Atenas, con Hipólita, reina de las amazonas, cuando cuatro amantes atenienses huyen e incluye a un grupo de seis actores aficionados controlados por las hadas que habitan el bosque donde transcurre la mayor parte de la obra. Su popularidad ha sido grande, Felix Mendelssohn compuso una obertura y otras piezas musicales inspirado en esta obra que se utilizaron como acompañamiento a lo largo del siglo XIX; y en 1960, Benjamin Britten compuso una ópera con el mismo contenido. Por no citar las diferentes adaptaciones al escenario y al cine.
Hermia está comprometida para casarse con Demetrio por indicación de su padre Egeo, pero ella ama a Lisandro. A su vez, Elena está enamorada de Demetrio, que ha renunciado a esta boda por la de Hermia, ambas jóvenes son amigas. Hermia y Lisandro planean huir, pues si no acepta el casamiento propuesto por su padre en cuatro días, será ejecutada; enterada de ello, Elena se lo dice a Demetrio, así que acaban los cuatro en el bosque. Por otro lado están los reyes de las Hadas, Oberón y Titania, que han discutido, así que para arreglarlo, Oberón pide al duendecillo Puck que le traiga un líquido mágico que vertido en los párpados de una persona, hace que se enamore de quien primero vea al despertar. Os podéis figurar.
Oberón enterado del drama de Elena, ordena a Puck que vierta el líquido en los párpados de Demetrio, pero el duendecillo se equivoca y lo hace en los de Lisandro. Y Oberón intentando solucionarlo la lía más gorda pues vierte el líquido sobre los párpados de Demetrio que, efectivamente, también se enamora de Elena y comienza a pelearse con Lisandro por su amor. Y Elena con Hermia. Y en esto que se despierta Titania, pero a su lado no está Oberón, sino un actor con falsa cabeza de asno que pertenece a un grupo que está ensayando en el bosque para la anunciada boda; Titania se enamora locamente del asno, claro.
No falta más que a Oberón le de un síncope. Pero no, toma unas hierbas que frota en los párpados de Titania y deshace el hechizo. Y ya puestos y como es el rey de las Hadas, consigue reunir a todos los mortales y hacerlos dormir, para derramar el líquido que vuelva todo a su origen, así que al despertar de nuevo, todos aman a quien deben y la boda sigue adelante, que no es que todos sean felices, pero al menos no quedan tan liados como quedó con el error de Puck. Como colofón se puede decir que hay que dejar que las cosas sigan su curso natural sin meter la magia por medio, que no funciona, no.
@ 2022, by Santiago Navas Fernández
