Horacio Ruiz de la Fuente (La Coruña, 1905 - ¿?) alcanzó su máximo esplendor tras la contienda civil de 1936-39, al estilo de autores como Calvo Sotelo, Pemán o Giménez Arnau, sus obras son tesis de ideología católica, en la que juega con apariciones, ángeles y misterios; su teatro se caracteriza por utilizar pocos personajes, a veces uno, a veces dos... combinándolos en tramas que mantienen la tensión para llegar a un rápido final. Alguna alcanzó tal proyección que llegó a ser un guion cinematográfico.
El número 55 de a colección Alfil/Escélicer se consideró como extra y contenía dos títulos del mismo autor. El primero de ellos es la obra dividida en tres actos que se estrenó en el Teatro Reina Victoria de Madrid el 22 de septiembre de 1950, un pequeño drama que se sale del guion de la época y donde se cruzan tan solo tres actores.
Eva está casada con Arturo, un músico de cierto nombre cuya carrera musical está en pleno crecimiento y es reclamado para dar conciertos continuamente. Ella vive con su padre, totalmente entregado a sus caprichos y necesidades, acordándose constantemente de su ausente esposa a la que prometió cuidar "de la niña", Arturo ni le gusta ni le disgusta, sólo lo que su hija diga. Y el marido vive desesperado porque a pesar de su intensa dedicación, de su creciente fama, de sus viajes que debe hacer en solitario porque ella no quiere acudir con él... no se siente feliz, le falta el apoyo y le sobran la exigencias. El amor es brutal entre ellos, pero sus vidas transcurren tan separadas que la pareja hace aguas. Pero un giro en el destino les acercará.
@ 2022, by Santiago Navas Fernández