Tomás Borrás (Madrid, 10/02/1891 - Madrid, 26/08/1976), escritor que cultivó la novela y el teatro, periodista en diferentes periódicos se le atribuye la creación de unos documentos falsos en los que se demostraba que en 1936 se iba a producir en España un golpe comunista que luego utilizaría el régimen franquista; casado con la cupletista y tonadillera conocida como "La Goya", muy aficionado al flamenco, elaboró la que se considera la primera novela radiofónica que usa artificios sonoros; ocupó algunos cargos políticos, miembro de Falange Española, recibió diferentes honores propios de la época. Valentín de Pedro (Tucumán, 1896 - Buenos Aires, 1966), periodista, novelista, autor teatral y poeta ocasional vivió en Madrid desde casi 1920 hasta 1941 que pudo regresar a su país tras salir de la cárcel a la que le condenaron por militar en diferentes organizaciones como CNT y escribir contra el levantamiento militar de 1936. Cardenal Wiseman es el nombre del primer arzobispo de Westminster tras la restauración católica de 1850 en Inglaterra y Gales, nacido como Nicholas Patrick Stephen Wiseman (Sevilla, 2 o 3/08/1802 - Londres, 15/02/1865), hijo y nieto de comerciantes irlandeses y con madre gaditana aunque de origen inglés. La casa donde nación en la calle Cruces de Sevilla, se llama en la actualidad Casa Fabiola, al igual que el tramo de calle, donde se ubica hoy el Museo Bellver.
El número 137 de la colección teatral de La Farsa nos trae esta adaptación de la novela del Cardenal Wiseman, un drama dividido en catorce cuadros, que fue estrenado en el Gran Metropolitano de Madrid (actual Teatro Gran Vía), el 11 de abril de 1930, por la compañía de Enrique Ramba. El libro cuenta con dibujos de Alonso.
La película de 1949 es la versión que más nos suena, aunque existe otra mucha mucho anterior. La historia que nos cuenta el arzobispo Wiseman y que adataron a la escena teatral Borrás y de Pedro, nos lleva al inicio del cristianismo en Roma, donde las catacumbas constituían su escondite y el circo de fieras era el lugar de ocio donde la población veía caer a los cristianos devorados por leones y panteras mientras rezaban a su Dios humildemente, hasta un poco felices puede decirse. Vemos una "secta religiosa" que algunos tomaron por una secta política y pretendieron erradicarla a base del exterminio de sus seguidores. Sin duda podríamos establecer un cierto paralelo con el odio que aún se practica hacia lo distinto, el otro diferente, hacia determinadas creencias y el exterminio que se produce contra sus seguidores. El autor escoge como protagonista a una noble romana fuera de dudas su lealtad hacia los dioses y el sistema político y social del Imperio, pero alrededor suyo va ubicando gentes que conviven en paz, hacen su trabajo, tienen sus sueños, etc. pero son cristianos, seguidores de esa nueva ideología. Y comienza la persecución en la que veremos caer a varios de los principales intervinientes convertidos en mártires, aceptando su destino con felicidad, pues están defendiendo su creencia. No es una obra de una desorbitada religiosidad militante, sino una crónica de unos hechos, por supuesto, escritos por un sacerdote católico, pero sin usar la dualidad unos buenos buenísimos y otros malos malísimos. Sino que usa el mito y lo ensalza del martirio, el mensaje cristiano y sólo al final usa figuras fantásticas que hablan desde el universo. Digamos que asistimos al relato novelado de un hecho real.
@ 2025, by Santiago Navas Fernández