Federico Oliver Crespo (Chipiona, 1873 - Madrid, 1957), abuelo de Jaime de Armiñán, fue escultor, escritor, dramaturgo, director de teatro y el primer presidente de la Sociedad General de Autores; escribió numerosas obras, dirigió otras a través de su propia compañía y de su mujer, la actriz Carmen Cobeña, realizó giras por España y América, en fin, que lo de la escultura pasó a un segundo plano a pesar de que en 1897 ganó una medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes.
El número 224 de la colección teatral La Farsa nos trae un Drama en tres actos y cinco cuadros. Fue estrenada en el Teatro Español el 5 de diciembre de 1931. El libro cuenta con dedicatoria, relación de las obras del autor, dibujos de Antonio Merlo y fotografía de portada de Enrique Borrás.
En cualquier lugar del mundo, en cualquier momento de la historia, pero tal vez en el primer tercio del siglo XX en Barcelona. Cuatro protagonistas: un general que ejerce el poder político y social de forma férrea, persigue a los promotores de una Huelga General en Cataluña, incluso usando métodos no tan lícitos; con él pero sin él, un hijo ya maduro. Por otro lado un líder sindical al que persiguen y cada noche duerme en lugar diferente, amenazado de muerte, sus compañeros han ido cayendo a sus pies por "los pistoleros" del poder, nada oficial, pero el resultado es el mismo; tiene una hija, la cual está enamorada de un joven, precisamente el hijo del General. Ninguno de los jóvenes profesa la fe de sus mayores, pero los respeta. La obra nos plantea la cuestión de las ideas, de la lucha por los derechos, de la crueldad del poder absoluto; el argumento nos cuestiona preguntándonos ¿en qué bando estamos? Y frente a la barbarie del Estado y de los revolucionarios, se alza un futuro que representa el diálogo del hijo, no le gusta lo que hace su padre, ni cómo lo hace, pero tampoco se siente revolucionario, prefiere el diálogo. El cambio necesario para que otro sistema suceda a la vieja tradición de las armas. Un drama intenso, reflexivo y vivo que nos enfrenta con nuestro pasado ¿Es mejor una dictadura, del signo que sea, que una democracia?
@ 2025, by Santiago Navas Fernández
