Honorio Maura Gamazo (Madrid, 1886 - Fuenterrabía, 1936), escritor y político monárquico, diputado durante la II República que murió a manos de anarquistas, hijo de Antonio Maura y hermano de Miguel Maura, de él dijo Torcuato Luca de Tena que de no haberse apellidado Maura y no siendo hijo de un político de la categoría de su padre, se le hubiera reconocido como un gran comediógrafo. Entre sus obras destacan: "Corazón de mujer", "Julieta compra un hijo", "Baby", "La muralla de oro", "Raquel", "Cuento de hadas", "La condesita y su bailarín", "La noche loca", "Por sus pasos contados", "Eva, indecisa", "Susana tiene un secreto", etc. algunas incluso servirían de guion de cine y en otros de éstos, colaboró en su elaboración o adaptación.
El presente librito con el número 66 de la colección La Farsa nos trae dos títulos del mismo autor. La imagen de portada corresponde a la caricatura del personaje de don Hermógenes en la "La Comedia Nueva ó El Café" de Leandro Fernández de Moratín. Dentro del librito hay dibujos de Aldama y por primera vez se incluyen dos páginas con fotografías de la actuación, por supuesto en blanco y negro. "Raquel" es una Comedia en tres actos que se estrenó en el Teatro Lara el 16 de noviembre de 1928.
El pasado siempre vuelve, o eso dicen y asegura la trama de esta obra dramática. Una actriz de fama decide descansar unos días y busca un lugar apartado, pero su fama la precede. Su fama artística pero también su fama de mujer fatal. Hermosa, joven y dedicada al espectáculo, en los tiempos en que gira la acción se le acumulaban otras características que daban a entender que cualquier hombre "con posibles" y algo de encanto, podía ser "amigo" con ciertos derechos, quisiera ella o no. Se daba por hecho. Y esto es lo que Raquel lleva aguantando toda la vida. Viene sin buscarlo, al reencuentro de una pesadilla que la marcó su vida, pero el amor siempre ronda y a pesar de los pesares, el amor hará su aparición, esta vez no será deseado. Obra corta y sencilla que hoy nos asalta por las costumbres dominantes de los hombres, donde la mujer es un puro objeto, donde sus sentimientos no existen o se dan como extensión lógica y natural de los del hombre. Donde lo que el hombre manda, se hace, aunque sea algo tan personal como enamorarse.
@ 2023, by Santiago Navas Fernández
