Federico Oliver Crespo (Chipiona, 1873 - Madrid, 1957), abuelo de Jaime de Armiñán, fue escultor, escritor, dramaturgo, director de teatro y el primer presidente de la Sociedad General de Autores; escribió numerosas obras, dirigió otras a través de su propia compañía y de su mujer, la actriz Carmen Cobeña, realizó giras por España y América, en fin, que lo de la escultura pasó a un segundo plano a pesar de que en 1897 ganó una medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes.
El número 73 de la colección La Farsa nos trae esta comedia en tres actos que se estrenó en el Teatro Lara el 22 de diciembre de 1928 y cuya edición presente está dedicada a Paco Segovia. El librito cuenta con ilustraciones de Almada y una relación de las obras del autor, además, la portada corresponde a "La Villana de Vallecas" de Tirso de Molina.
Si algo espectacular tiene es la forma de estar escrito, en un idioma que no existe ni como dialecto pero que hablan millones de personas, cada cual según su nacimiento con un modismo u otro, y ese idioma no-idioma es el andaluz. La acción en Sanlúcar de Barrameda, el pretexto la manzanilla (o mansaniya). Aún horrorizado por diferentes situaciones donde el pegar a la mujer se valora como algo positivo incluso por la propia mujer, hay que decir que hasta ese momento todo iba fenomenal: humor, simpatía, tipismo y algunas risas fáciles, propias del teatro de la época. Dieguito Sevilla, al que el autor ridiculiza su señoritismo y donjuanismo; Frasquito, serio y melancólico enamorado desde hace diecisiete años de Dolorcitas, hija del dueño de las bodegas a la que medio seduce Dieguito; y Carmela, amiga sevillana de Dolorcitas, joven seria y "de carácter". Entre los cuatro llevarán toda la acción cruzando sus amores. Alrededor amigas, vecinos y familiares formando un batiburrillo de alegría y festejo, cargado de roles sobrecargados.
@ 2023, by Santiago Navas Fernández