Horacio Ruiz de la Fuente (La Coruña, 1905 - ¿?) alcanzó su máximo esplendor tras la contienda civil de 1936-39, al estilo de autores como Calvo Sotelo, Pemán o Giménez Arnau, sus obras son tesis de ideología católica, en la que juega con apariciones, ángeles y misterios; su teatro se caracteriza por utilizar pocos personajes, a veces uno, a veces dos... combinándolos en tramas que mantienen la tensión para llegar a un rápido final. Alguna alcanzó tal proyección que llegó a ser un guion cinematográfico.
Con el número 90 nos llega este número declarado como EXTRA, incluyendo dos títulos, en la colección de Teatro Alfil/Escélicer. La primera titulada "El infierno frío" es una leyenda gallega con prólogo y distribuida en dos jornadas que se estrenó en el Teatro Lara de Madrid el 2 de marzo de 1943.
El infierno frío es ese espacio indeterminado donde van a parar las almas mientras esperan su destino final en el infierno o en el cielo, según las consecuencias de sus vidas. Allí permanecen a la espera de que los vivos les saquen del lugar mediante su recuerdo o los entierren definitivamente, mientras vagan por los bosques en lo que llaman "la Santa Compaña". Isabel guarda un secreto que sólo dará en confesión en el momento de su muerte al confesor, éste como custodio de un sagrado acto, no lo va a contar y morirá con él, pero la tragedia se adivina y el desconsolado viudo se entera del pecado, poco o muy grave según la consideración social del momento, porque de lo que aquí se trata es de la moral social. En una Galicia rural como reflejo de una sociedad acogotada por fantasmas, miedos y amenazas constantes que hasta el cura llega a coleccionar como cosas curiosas, la tragedia de honor se dispara, los amores imposibles en silencio y el amor como única forma de encontrar la felicidad.
@ 2022, by Santiago Navas Fernández