lunes, 17 de abril de 2023

LAS NUBES.


Alfredo Marqueríe Mompín (Mahón, 17/01/1907 - Minglanilla, Cuenca, 31/07/1974) fue un periodista y crítico teatral, autor también de obras de teatro y adaptaciones de clásicos, poeta en sus años iniciáticos y escritor de artículos y ensayos, así como de algunos libros de carácter autobiográfico.  Alumno de Antonio Machado, primero fue republicano y posteriormente se transfugó como falangista ingresando en las tertulias donde compartió con Sánchez Mazas, Dionisio Ridruejo, Víctor de la Serna, José María Alfaro, Agustín de Foxá, etc. Colaboró con publicaciones patrióticas en revistas periódicas durante la Guerra y el franquismo. Premio Nacional de Literatura en 1934 y de Teatro en 1953, entre otras distinciones. Falleció trágicamente en accidente de coche junto a su esposa. Aristófanes (Atenas, 444 a. C. - íd., 385 a. C.) fue un comediógrafo griego, principal exponente del género cómico, criticó duramente las nuevas corrientes filosóficas, en particular a Sócrates y ridiculizaba el teatro de Eurípides con sus tragedias sangrientas, amanta del debate y el diálogo que refleja en sus obras, con obras tan conocidas como "Las avispas", "Lisístrata" y "Las nubes" entre muchas otras.

En el número 134 de la colección teatral Alfil, aparecen dos obras clásicas griegas versionadas por Alfredo Marquerié. La segunda es Las Nubes de Aristófanes, de la cual no hay referencia que fuera estrenada en el propio librito. En esta obra apareció por primera vez el signo de levantar el dedo corazón como símbolo de desprecio o denegación.

Obra costumbrista ateniense en la que aparecen personajes propios de la época como Sócrates y su escuela filosófica, en la que se lanzan duras críticas contra los sofistas. Para ello se representa a un rico hacendado Estrepsíades cuya ruina es inminente por culpa de su hijo al que sólo le interesan los caballos y abandona sus obligaciones por ello. El padre decide mandarle a la de moda escuela de Sócrates y su discípulo Querefonte, pero el joven Fidípedes se niega a ir al "pensadero" como lo llama críticamente Aristófanes. Así que irá el pobre viejo hacendado, rústico e inculto que acabará asumiendo hablar con las nubes, las cuales son diosas y no Zeus, tras una cómica escena donde aparece Sócrates observando el cielo metido en una cesta colgada en altura. Lógicamente, al viejo se le olvidan todas las enseñanzas. En la primera representación allá por el 423 a.C. las nubes eran mujeres que iban completamente desnudas, pero a pesar de ello, Aristófanes no obtuvo el éxito buscado y cambió las versiones, la última que hizo es la que ha llegado a nuestros días.


@ 2023, by Santiago Navas Fernández.

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