lunes, 28 de agosto de 2023

DON ÁLVARO O LA FUERZA DEL SINO.



Ángel de Saavedra y Ramírez de Baquedano (Córdoba, 10/03/1791 - Madrid, 22/06/1865), III duque de Rivas y grande de España, entre otros varios títulos nobiliarios y nombramientos de Caballero, fue un dramaturgo, poeta, historiador, pintor y estadista español, que hoy goza de notoriedad por su drama romántico Don Álvaro o la fuerza del sino (1835). Fue embajador en Nápoles y en París, vicepresidente del Senado y del Estamento de Próceres, ministro de la Gobernación y de Marina, presidente del Consejo de Ministros (durante solo dos días de 1854), presidente del Consejo de Estado y director de la Real Academia Española. Su azarosa vida como militar y político liberal extremo opuesto a Bonaparte, le llevó con el tiempo al exilio tras una condena a muerta y la expropiación de sus bienes. Políticamente fue influido por su amistad con Alcalá Galiano y tuvo los cargos dichos. En literatura dejó varias obras de Teatro, algunas de gran éxito, poemas y sonetos. . Y aún le dio tiempo de ser padre de 9 hijos, todo un romántico, con su única esposa doña Encarnación Cueto y Ortega que descansó a los 79 años de edad.

El número 240 nos trae un EXTRA de la colección teatral Alfil, correspondiente al Drama compuesto en cinco actos mediante prosa y verso, que el Duque de Rivas dedicó a su amigo Alcalá Galiano y al que, en este librito, precede una corta introducción. Al dorso se completa con una biografía del autor. Estrenada en el Teatro del Príncipe de Madrid el 22 de marzo de 1835. El "Don Álvaro" sirvió de base también para la Ópera de Verdi titulada "La Fuerza del Destino".

Don Álvaro, rico indiano regresado y héroe romántico aparentemente hecho a sí mismo y solo en la vida, se enamora de la joven doña Leonor, con la que mantiene un apasionado romance que su padre, el marqués de Calatrava no autoriza. Todo ello sucede en la aristocrática Sevilla capital del mundo de principios del siglo XVIII. La pareja decide huir, pero cuando están en ello, aparece el marqués espada en mano, don Álvaro saca su pistola, pero dispuesto a someterse la arroja a los pies del marqués con tan mala fortuna, que se dispara y lo mata. Enterados del suceso los dos hijos varones, don Carlos y don Alfonso, deciden ir tras la pareja de escapados, el sentimiento de culpa embarga a doña Leonor que decide esconderse y quedarse como ermitaña solitaria sin decir nada a don Álvaro que la considera fallecida, por lo que decide alejarse y marchar a la guerra para encontrar su fin. Pasado un año la acción nos presenta a don Álvaro peleando, junto a él aparece don Carlos, también enrolado en el ejército, sin conocerse traban amistad íntima y mientras comparten sudor y sangre van contándose su vida en la que acaban por reconocerse mutuamente. Don Carlos le reta y don Álvaro acepta, y acaba con él de una estocada con su espada. Nuevamente la acción regresa a España, donde don Alfonso, el otro hermano, enterado de la muerte de don Carlos indaga sobre don Álvaro descubriendo que es heredero de un indiano afortunado casado con una india. Lo busca y lo encuentra, lo reta y vuelve a ganar don Álvaro y en ese preciso instante vuelve a aparecer doña Leonor que abraza a su hermano, el cual, moribundo y considerándola cómplice, se desclava un puñal de su pecho y con él la mata. Don Álvaro se vuelve loco y lleno de horror de sí mismo, se despeña por un precipicio al grito de su conciencia.

Otra edición de esta obra realizada en la colección Orbis, la puedes ver pinchando aquí.


@ 2023, by Santiago Navas Fernández.


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