El Teatro Medieval tiene un componente educacional muy inspirado al querer transmitir al público asistente la realidad de la ficción y alzar a categoría de cierto lo que son fantasías. No tan común, hay pequeñas representaciones para la nobleza, para los momentos de festejos, mensajes para el vulgo o para asentar creencias en la vida religiosa, donde se encuadran algunos de los Anónimos sobre el Día del Reyes, la Adoración, etc. que son tan comunes encontrar, pero también firmados por autores de la época. El Teatro como representación de la vida corriente, como reflexión, como ilustración también existe. En este tomo se recogen obras cortas (solían ser cortas) ejemplo de todo ello, añadiendo al final un Glosario de términos para facilitar el traslado del lenguaje en que fue escrito al actual. Vamos a agruparlas en anónimas y de autor, ubicando ésas por separado para cada uno de ellos. Podrían buscarse más ejemplos de Teatro Medieval, anónimos y de autor, pero la presente edición ha escogido éstos y éstos son los que vamos a comentar.
Seguimos con Égloga, de Francisco de Madrid. Una égloga consistía en un diálogo entre pocos personajes, un subgénero lírico de ambiente campestre generalmente sobre temas mundanos, amores, etc. entre gente común con especial dedicación a pastores. En este caso hace de enlace Evandro entre Peligro y Fortunado, el uno atrevido y osado, el otro afortunado y tranquilo, que dirimen su enfrentamiento entre largos versos y demuestran con su actitud, el comportamiento moral a los observadores.
@ 2022, by Santiago Navas Fernández