Encontramos en éste, un comediógrafo de referencia en el teatro cómico a lo largo de varias décadas: Carlos Arniches. Aunque el título sea largo, la obra cumple con las expectativas de extensión adecuada y el fin de hacer pasar un rato agradable al público, huyendo del romanticismo empalagoso y de las peleas de honor, aunque te todo ello tiene el guión, pero de una forma satírica. Ya veis que debajo del título, avisa que se trata de un Juguete Cómico.
Fue estrenada en el Teatro Infanta Isabel de Madrid, la noche del 18 de noviembre de 1927. Y publicada en La Farsa con el número 12, declarado como extraordinario, en diciembre de ese mismo año. Consta de tres actos, de los que segundo y tercero transcurren en el mismo escenario, con lo cual gana en sencillez escénica frente a lo que era habitual en la época, usar varios escenarios. Incluye dos páginas con fotos en plena representación y del autor, Carlos Arniches (Alicante, 1866 - Madrid, 1943), creó el estilo que denominó la tragedia grotesca donde aspiraba a influir en un regeneracionismo de la sociedad; manejó el modismo madrileño de manera excepcional, colaboró como libretista en varias zarzuelas populares, escribió poemas y artículos críticos, pero su fama le vino por la cantidad de obras teatrales generadas por su ingenio desde 1888. A veces con cierto mensaje como en los casos "Es mi hombre" o "La señorita de Trevélez", obras satíricas; pero siempre usando el humor sencillo como hilo conductor y que le daría tanto cartel. Algunas de ellas llevadas al cine, la primera, muda, en 1925 versionando "Don Quintín el amargao".
Elena es una muchacha de familia bien y le sobran los pretendientes, de hecho, comienza la trama en el despacho de un abogado de rotundo éxito en Madrid que es, o fue, su novio, el cual decide que se va a matar porque Elena se casa con otro, y lo va ha hacer el día de la boda y sobre el mismo altar para que la sangre manche el vestido blanco, todo como muy extremo. Y sin embargo, Arniches lo lleva a la tragedia grotesca y lo presenta con humor, como una sátira de una situación tan alocada. A Elena parece que el mensaje le toca el alma, así que ya tenemos el principio de "novia a la fuga", pero claro, ahí no acaba la cosa, hay que seguir adelante. Así que nos vamos a los siguientes actos a ver qué pasa y nos conduce a un pueblo lejano, a la casa de un cura que es pariente del abogado. En fin, un derroche de ingenio para pasar un rato agradable y relajarse del diario habitual. Que lo disfrutéis.
@ 2002 by Santiago Navas Fernández