Vamos con el número 5, obra cómica en tres actos de Joaquín y Serafín, los hermanos Álvarez Quintero, cuyo título explica una circunstancia que, generacionalmente, puede repetirse constantemente y sin la misma razón que aquella otra de que cualquier tiempo pasado fue mejor. "La Cuestión es pasar el rato" se estrenó en el teatro Principal de Valencia, el 9 de junio de 1927; la edición de La Farsa añade y aclara que también estrenó en Madrid, en el Teatro Infanta Isabel, el 7 de octubre de ese mismo año, pues no estrenar en la capital podría significar un mal trabajo. Los protagonistas principales Marta Rosa, Eugenia, Edmundo y Tello, fueron representados por Amparito Martí, Angelina Vilar, Pedro F. Cuenca y Antonio Suárez respectivamente. La portada no guarda relación con la obra, salvo que lo queramos ver así. Entre las páginas encontramos una con la foto de los autores y otras dos con momentos concretos de la obra.
La desenfadada comedia nos presenta tipos culturales medios, entre los que destaca el clásico sibarita que no quiere recibir ninguna noticia que no sea alegre, dejando que la vida pase a su alrededor gozando de sus ventajas, porque además, se lo puede permitir económicamente. Mientras los más jóvenes viven las aventuras propias de su edad. Cómo no iba a haber enredos amorosos, hecho obligado, y personajes que aparecen fugazmente aunque influyan en el argumento para ir mostrando las diferentes formas de pensar según la ascendencia social y formación. Los que desean trabajar y desarrollar una función en la vida frente a los que sólo tienen un objetivo: "la cuestión es pasar el rato", ociosos desentendidos de todo que hoy también señalaríamos aunque de otra forma. Escrita en prosa no busca la carcajada aunque sí la sonrisa y se aleja del tipismo andaluz con que hacen gala los hermanos en entremeses y juegos cómicos.
@ abril 2002 by Santiago Navas Fernández