El número EXTRA con el 690 de la colección teatral Alfil, nos trae bajo el nombre de TEATRO DIFÍCIL, una selección de títulos y autores programados en unas jornadas elaboradas por el diario Pueblo dirigido por Emilio Romero, para representar en el Teatro-Club Pueblo, de obras que normalmente no llegarían a los escenarios comerciales debido a la configuración de las obras. De hecho y según explica el editor en la introducción del volumen, algunos debieron ser sustituidos por carecer de los permisos necesarios para su representación, dado que este ciclo popular se produjo a primeros de los 70 del siglo XX y, aunque hoy nos parece impensable e incomprensible, la censura los podía no autorizar. Vamos a dedicar un espacio para cada autor de los reseñados.
Antonio Martínez Ballesteros (Toledo, España, 15/09/1929 - Toledo, 02/09/2021) fue un dramaturgo y director de teatro español, encuadrado dentro del "nuevo teatro español" o "teatro de protesta y paradoja" o "teatro simbolista", o más llanamente, "teatro experimental" de los años sesenta, junto con los dramaturgos José María Bellido, José Ruibal, Luis Riaza y Miguel Romero Esteo, entre otros. Dirigió grupo teatral Pigmalión. Miembro de la Academia de las Artes Escénicas de España. Autor de casi un centenar de obras y muy apreciado en el mundo del espectáculo de la farsa.
Estas dos obras fueron representadas en el mencionado certamen, junto con "Los esclavos", editada también por Alfil en un volumen con otras obras titulado conjuntamente "Farsas Contemporáneas", que leímos aquí.
"La Distancia" nos presenta la vida de una pareja en sus diferentes etapas, como una analogía la gran cama de los recién casado se transforma en dos camas juntas, que a fuerza del tiempo van alejándose una de otra. La pareja conversa y a través de su diálogo comprobamos cómo su vida va avanzando, la forma de demostrarse amor ya no son tanto los hechos como las palabras. Tema largamente tratado, el de la pareja que va madurando y debe encontrar otras alternativas a lo que fue su historia inicial. Por eso tal vez esas octogenarias uniones despiertan tanta ternura al verlas cogidas de las manos.
"Las Bicicletas" son el premio si se consigue pedalear al frenético ritmo que marca la empresa, porque podrán ser suyas. Es un privilegio llegar hasta ellas, no como los ciclistas vulgares, que están sus horas pedaleando y luego a casita, no, ellos tienen enchufe y además se pueden llevar las bicicletas, entre otras ventajas y lujos para su casa. Pero un ciclista un día se plantea si realmente le merece la pena dejarse la vida sobre la bicicleta, no es tan fácil conseguir la meta que marca la empresa. Es el eterno dilema entre el vivir para trabajar o trabajar para vivir, es el escalafón en la empresa.
@ 2025, by Santiago Navas Fernández