lunes, 19 de agosto de 2024

LA CAMISA.



Lauro Olmo Gallego (El Barco de Valdeorras, Orense, 09/11/1921 - Madrid, 19/06/1994) fue un dramaturgo español. Está considerado uno de los dramaturgos más representativos del estilo del realismo social durante los años de la dictadura franquista y las primeras décadas de la democracia. También poeta, novelista, y escritor de narraciones breves y cuentos, sufrió los avatares de la emigración de su padre, la II República, la Guerra Civil y los años más duros de la censura de la dictadura franquista. Hasta 1962 no estrenó su primera obra, pero es autor prolífico incluida sus colaboraciones con su esposa Pilar Enciso, a la cual conoció en el Ateneo de Madrid, donde Lauro iba a leer en su biblioteca y se relacionó con diferentes intelectuales. Su vida en la capital le obligó a trabajar desde muy joven en cualquier oficio donde ganara algo, debido a la situación complicada de su familia, por lo que conoció de primera manos las tragedias de la pobreza y el hambre. Fue uno de los autores más censurados en España durante el franquismo, sin embargo, sus obras se tradujeron a varios idiomas y recibió numerosos premios como el Premio Nacional de Teatro, el Premio Leopoldo Alas, el Valle-Inclán, el Premio Larra, el Álvarez Quintero de la Real Academia Española (en dos ocasiones), Premio Mejor Obra extranjera de Buenos Aires, Premio Manuel Espinosa y Cortina de la Real Academia, Premio del Círculo de la Crítica de Uruguay, Finalista del Premio Nadal, el Premio Nacional de Teatro para la Infancia y la Juventud, el Premio Fastenrath de la Real Academia, etc.

El número 540 de la colección teatral Alfil está catalogado como EXTRA, se trata de un Drama popular dividido en tres actos. Estrenado en el Teatro Goya de Madrid el 8 de mayo de 1962, bajo la dirección de Alberto González Vergel. Al dorso aporta biografía del autor y en el interior una dedicatoria.

En la línea de las novelas de Pío Baroja sobre el Madrid de la miseria, Lauro Olmo nos cuenta la tragedia de los barrios más pobres de la gran ciudad, donde la única esperanza es que aciertes una quiniela o emigrar a Alemania, Suiza... La camisa es un objeto representativo. No tener una camisa blanca para ciertas ocasiones, como ir a buscar trabajo, significaba quedar al margen de las posibilidades. y en una sociedad donde lo que manda es el hambre, tener un trabajo, aunque sea malo y mal pagado, es la línea que separa comer algo o no comer nada. Una camisa que puede ser de segunda o tercera mano, rota, remendada... pero al menos que tenga cuello y se vea bajo la chaqueta. Como Buero Vallejo cuenta, la gente sueña con ser algo, al final con conseguir un poco y por fin, con sobrevivir y ceder los sueños para que los cumplan los hijos. Y hay que pensar que de esas ruinas venimos nosotros.


@ 2024, by Santiago Navas Fernández

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