Horacio Ruiz de la Fuente (La Coruña, 10/12/1905 - ¿?) alcanzó su máximo esplendor tras la contienda civil de 1936-39, al estilo de autores como Calvo Sotelo, Pemán o Giménez Arnau, sus obras son tesis de ideología católica, en la que juega con apariciones, ángeles y misterios; su teatro se caracteriza por utilizar pocos personajes, a veces uno, a veces dos... combinándolos en tramas que mantienen la tensión para llegar a un rápido final. Alguna alcanzó tal proyección que llegó a ser un guion cinematográfico.
El número 657 de la colección de Teatro Alfil nos trae esta tragedia en tres actos, estrenada en el Teatro del Aula de Cultura del Ateneo de Madrid el 8 de abril de 1970, dirigida por José Sazatornil "Saza". Contiene dedicatoria, crítica y autocrítica en el interior.
Comedia dramática que nos muestra a un joven que por una enfermedad comienza a tomar morfina hasta hacerse adepto. De alguna forma, el autor quiere acercarse al tema de las drogas y contarnos el drama de las personas que se cuelgan de ellas, de las almas que mueren en sus garras mientras el cuerpo sigue viviendo pero ya no son los seres que conocimos. La madre, que le suministra las dosis, está horrorizada del paso que da su hijo, de cómo se va trasformando en un morfodependiente a partir de un tratamiento médico, algo que a veces ocurre, aunque no se sea consciente, pero en este caso, se añaden otras drogas que comienzan a ser populares, como la marihuana que la madre no sabe nombrar correctamente. El recurso que usa el autor a la ficción dentro de la ficción, creo que no tiene más objeto que serenar la acción, quizá más por adaptarse a la época que porque sea un recurso necesario, se puede suprimir en una representación actual y hasta es de agradecer, pues no aporta nada.
@ 2025, by Santiago Navas Fernández.